Un sueño que se construlle con el pueblo: Alberto Batún
26 Sep. 2025Nuevo Xcan, Q. Roo.— Bajo el sol de la zona maya, con un auditorio repleto, y un mosaico ciltural, Alberto Batún Chulim tomó el micrófono. No ocultó su condición. Con esa voz que a veces tropieza, con palabras que parecen resistirse a salir, el diputado local rindió su Primer Informe Legislativo.
El apagón peninsular amenazó con silenciar el acto. Las luz del sol se acabó minutos después del inicio, al igual que la energía elécrica en Quintana Roo. Pero la gente no dejó solo al “amigo del pueblo”. Sin pedirlo, le acercaron dos plantas eléctricas. Así, en medio de la incertidumbre, el informe empezó, más humano que nunca.
Batún orgulloso de sus raíces, habló de logros en la XVIII Legislatura de Quintana Roo, de leyes, de reformas. Pero habló, sobre todo, de su propia batalla: La de un hombre jóven que, pese a su tartamudez, no dejó que el silencio lo venciera. “No es fácil —dijo con emoción—, pero aquí estoy. Cada meta alcanzada es un sueño hecho realidad”.
El legislador recordó a su padre y a su madre, a quienes agradeció por enseñarle que la vida no se rinde ante las dificultades. Y mencionó a su hijo, su mayor inspiración, por quien asegura seguir luchando para construir un futuro más justo.
Durante un año, Batún dijo se presentaron 19 iniciativas en temas de justicia social, movilidad, derechos de las mujeres, protección animal y educación. Visitó 48 comunidades y entregó más de 1,600 apoyos sociales. “Porque la voz del pueblo merece llegar al Congreso”, expresó con orgullo.
Los aplausos no tardaron. Autoridades, vecinos y compañeros legisladores lo escucharon con respeto. No sólo por las cifras, sino por la tenacidad de un hombre que, con cada palabra conquistada, mostró que la política también es humana, frágil y valiente.
Conmovido, Batún cerró con un mensaje que parecía resumirlo todo: “Hablar me cuesta… pero servir al pueblo me da la fuerza para seguir”.
Al final, cuando la penumbra parecía adueñarse del acto, cientos de luces de celulares se sumaron y alzaron al unísono, iluminando el recinto y la fotografía con Batún.
Aquel resplandor convirtió la oscuridad en un firmamento de estrellas, un gesto sencillo pero profundo que abrazó al diputado “amigo del pueblo” y lo colmó de orgullo y gratitud.









